martes, 21 de octubre de 2008

ESCULTURA PÚBLICA CONTEMPORÁNEA

NAVE ESPACIAL


Autor: Eduardo Ramírez Villamizar
Época: Siglo XX
Técnica: Hierro Policromado
Tenencia y custodia: Edificio Centro de Comercio Internacional
Emplazamiento: Plazoleta del centro de convenciones Gonzalo Jiménez de Quesada Calle 26 carrera 13 A
Restaurado en Bogota Abril de 2005.

Características:

Nave Espacial es una escultura de 25 toneladas construida en laminas de hierro policromado de una pulgada de espesor, 10 metros de largo por 8 de alto y fue creada en 1979. Es un claro ejemplo de una serie de obras monumentales que tienen como generalidad la horizontalidad y el desarrollo de formas inclinadas que casi siempre decrecen en tamaño hacia el centro.

Otra de sus características particulares son los 8 tonos diferentes entre la gama del naranja, rojo y ocre, con el fin de particularizar las estructuras modulares

Argumentación de la escogencia

La elección de la obra nace a partir de la curiosidad por conocer la escultura ubicada frente al edificio del Centro Internacional de la cual se había hecho mención en varias oportunidades por parte del profesor. Luego de algunas aproximaciones al lugar, en un principio lejanas y después mucho más exploratorias y cercanas decidí realizar el trabajo tomando como punto de referencia esta obra del maestro Villamizar, ya que logro inquietarme desde diferentes puntos de vista tanto desde la imagen como desde su ubicación.

Autor y época.
Eduardo Ramírez Villamizar. (1923-2004). Nació en Pamplona, Norte de Santander, luego de estudiar arquitectura durante un corto tiempo centro su trabajo en la pintura, la cual desarrollo con gran influencia del expresionismo. En 1950 llega a Paris en donde comienza una verdadera exploración de las formas geométricas, basando sus estudios en la relación de las formas planas, las cuales al interactuar con líneas curvas y rectas crean un engranaje característico del trabajo del maestro Villamizar.

Al establecerse en Estados Unidos de 1967 a 1968 inicio un etapa de trabajo con elementos principalmente plásticos e incorporo dentro de sus trabajos formas inclinadas, en contraposición de las paredes que mantenían una verticalidad constante, “las expresiones quietas se transforman inclinándose y abriéndose un sin fin de posibilidades”¹.

Con la realización de algunas esculturas públicas en Nueva York comienza una etapa entre 1974 y 1976 en la que el artista regresa a Colombia y realiza una serie de obras de gran formato, que además de su tamaño se caracterizan por su disposición horizontal y aerodinámica.

Su acercamiento con la naturaleza propiciado principalmente por su lugar de residencia se manifestó en sus trabajos de finales de los sesenta. Uno de estos trabajos es precisamente Nave Espacial inspirada en la osamenta de un pájaro.



Impacto
La relación de Nave Espacial con su entorno resulta de alguna forma lejana, ya que en su mayoría las personas que transitan por el lugar no generan ningún tipo de relación con la escultura, muchas veces por la rutina y el paso obligado de muchos trabajadores del edificio que por esta misma razón no se percatan de su presencia.
Adicional a esta indiferencia, este no es un lugar donde se concentre un gran número de personas lo que produce un “anonimato” para la obra, invisibilizandola de alguna forma dentro de la ciudad.



Por mi parte fue una gran sorpresa encontrar una escultura de esta monumentalidad tan cerca de mi recorrido diario y darme cuenta que hasta ese momento la había ignorado completamente aún cuando estuvo enfrente de mí todo el tiempo.

Dentro de una posible clasificación de las esculturas, esta se encontraría dentro de las esculturas respetadas al pertenecer a una entidad que vela por su integridad y conservación, la cual se encargo de realizar su restauración en el año 2005.

Reflexión Personal

El maestro Villamizar a través de su obra logra una interacción con el observador, ya que a pesar de la rigidez de las formas no se pierde la posibilidad de interactuar con los módulos. Al entrar en ese mundo de hierro todo se vuelve formas por las cuales puedo explorar y mirar el mundo desde diferentes ángulos y a través de una gama de colores que se resaltan con la fuerza de la luz y del juego propuesto por el autor, entre sombras y luces.



Pájaro Antediluviano, de esta forma llamo el maestro Villamizar la obra que hoy se titula Nave Espacial. La naturaleza al ser su fuente de inspiración se transforma en un elemento físico que nos transmite la fluidez de un pájaro en su desplazamiento. Estos seres creados por una fuerza divina, hoy a través de la genialidad de seres terrenales se recrean para el disfrute sensorial y especialmente visual de todos los que acuden a estas manifestaciones.








Publicado por: Luisa Fernanda Polanco Piñeros

2 comentarios:

romeroleo dijo...

Me parece una escultura genial. Hace parte de una época bastante abstracta y marcada de Bogotá. Futurista.
Me da ideas de ciencia ficción, y genial que como ilustrador uno de mis referentes esté precisamente en mi país.
Sigue postenado más contenido por el estilo.
Saludos

romeroleo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.